Adentro/Afuera: de lo personal a lo colectivo.
by Félix Rodríguez-Rosa
Microcontexto biográfico
- A los dos años tuve una caída y con ella desarrollé tres condiciones de la vista que han sido progresivas: astigmatismo, estrabismo e hipermetropía.
- A los cinco años no me gustaba ver fotos familiares. Solía preguntarme: "¿Por qué se congela el tiempo? ¿Qué pasa con esos cuerpos convertidos en imagen?"
- A los catorce años entré al Programa de Comercio de la Escuela Superior Dr. Agustín Stahl en Bayamón. Quería prepararme para 'el mundo del trabajo' y estudié Contabilidad.
- A los diecisiete años entré a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Fui aceptado en un programa que no marqué en las opciones de la solicitud de ingreso: Facultad de Ciencias Sociales con concentración en Antropología.
- A los veinte años solicité un cambio para la Facultad de Humanidades. Fui aceptado en el Departamento de Bellas Artes con énfasis en Fotografía.
- A los veintitrés años conocí a Andrea Bauzá en el Desayuno Calle #18.
- A los veinticuatro años completé el grado de Bachillerato.
- A los veinticinco años asistí a una presentación de PISO proyecto y conocí a Noemí Segarra.
- A los veintinueve años escuché una conversación telefónica de mi madre y su tía Nydia. La tía preguntó: "¿Por qué Felito se puso a estudiar eso de fotografía si él tiene todas esas condiciones de la vista?".
(auto)definición
Un día José "Pepe" Álvarez -artista, profesor e investigador de danza, teatro, performance y multimedia- me presentó ante un grupo de colegas como "un artista operacional". [Le hice varias preguntas sobre el término pero mi memoria no tiene bien registrada esa conversación].
Yo, Félix Rodríguez-Rosa, con frecuencia me defino como artista visual interdisciplinario y peatón.
¿Por qué camino?
Caminar me permite explorar el entorno cotidiano y (re)descubrir territorios (des)conocidos. Camino porque me (re)conozco moviéndome y me habito. Camino porque entro en contacto con personas con las que no me relacionaría por otro motivo; cada una me enseña que su realidad es distinta a la mía. Camino porque me sensibilizo; puedo canalizar ideas e identificar tareas. Camino porque aprendo a improvisar y a entender esta práctica como ejercicio de tomar decisiones. Camino porque, como dice Joanie Carlisle, "Walking is a good dancing."
Declaración de Artista
Asumo la práctica artística desde la experiencia cotidiana y desde los objetos que se relacionan con el cuerpo, el espacio, la arquitectura y la memoria. Ocupo y me ocupo de espacios (domésticos-abandonados-públicos) para explorar el habitar, las coincidencias en el tránsito y el desperdicio como resultado de la actividad humana.
Proyectos formativos
Cuando entré al Departamento de Bellas Artes, en el 2007, tenía claro que no solo quería mirar por el visor de la cámara y pulsar el botón obturador. Desde entonces, para cada proyecto, tomo como punto de partida la utilización del cuerpo, el espacio y la memoria.
Considero que son tres los proyectos, durante mis años de formación, los que sentaron la base del tipo de trabajo que me interesa: espacio (a)dentro-(a)fuera, Flores para el Muerto y Espacios muertos.
El primer proyecto se llamó espacio (a)dentro-(a)fuera. Durante un semestre me limité a trabajar en una esquina del estudio fotográfico con una cámara formato 4x5" (10x12cm). Fue un ejercicio de azar y presencia. Para crear cada imagen hacía variaciones en la apertura del lente, en la velocidad del obturador y tomaba varias exposiciones por placa. Quería minimizar la inmensidad del espacio y habitarlo; concretar el mundo de un ser, su atmósfera, sus movimientos. El proceso no solo representaba una práctica para dominar una técnica, sino que se convirtió en un espacio subjetivo para descubrir y descubrirme.
Desde el 2009 trabajo Flores para el Muerto. Escogí una tumba al azar en el Cementerio Santa María Magdalena de Pazzi del Viejo San Juan. En cada visita le doy mantenimiento y le entrego flores.
Para el nuevo el año académico (agosto-diciembre 2010) decidí retomar el proyecto pero agregándole un componente investigativo. Me interesaba conocer quién era la persona allí enterrada y explorar la repetición de acciones como proceso creativo. Creé un blog para llevar una bitácora de cada visita; en ella incluía fotos, video, textos y documentos. En el transcurso se acercaron personas interesadas en colaborar: a ellas les delegaba la documentación.
La tumba sufría cambios constantes y se me hacía difícil identificarla; el florero era removido y la lápida de mármol se iba deshaciendo. Mi cuerpo trazó su propia ruta para llegar a ella. Poco a poco el mármol fue reemplazado por paneles viejos de madera expandida.
La investigación se complicaba porque la lápida solo tenía un nombre sin apellidos y una sola fecha:
Amparo
Vivirás para siempre en nuestros corazones.
Recuerdo de tu mamá, de tu abuelita y tu padre político.
24 de marzo de 1920
El Cementerio me negó información porque "...a las tumbas las protege algo como la Ley HIPPA” [una ley federal que establece las pautas para proteger la confidencialidad y privacidad de la información del paciente y sus datos médicos].
El mismo semestre el Departamento de Bellas Artes lanzó una convocatoria en la que seleccionarían a cuatro estudiantes para que desarrollan trabajo análogo y utilizaran los talleres de ampliación y revelado. Fui uno de los estudiantes seleccionados pero comenzó la huelga en la que la administración universitaria propondría un aumento de matrícula a $800 pero haría cortes en los cursos de verano; negaba permanencias y plazas a profesores con contrato; negaba aumento de sueldo a catedráticos; disminución de cupo y secciones de clases; entre otros problemas.
Ante el cierre de la Universidad, la falta de equipo y espacio para revelar material análogo me lancé a la calle a producir/resolver de otra manera. Comencé a darme tareas específicas para ocupar(me) de espacios públicos o abandonados. El trabajo se convirtió en uno más efímero y documentaba con la cámara de mi celular o con texto.
Para el proyecto Espacios muertos comencé a identificar espacios en desuso, inhabitados o desprotegidos. Cuando lograba entrar en ellos, dibujaba mi silueta con los materiales que encontraba en el lugar. Quería darle 'corporalidad a lo muerto'.
Realizando estos tres proyectos reconocí que las formas o estructuras que me daba la academia no me satisfacían del todo. Estaba produciendo en base a mis necesidades y las carencias del Departamento de Bellas Artes. ¿Cómo hacer trabajo con y desde el cuerpo si no me ofrecen cursos de anatomía para artistas o performance?
Es fundamental eliminar la idea de que la educación artística es solo para crear objetos bellos. También tiene que ver con producir experiencias transformadoras, aunque parezcan incómodas.
No solo se trata de expresión, adorno o embellecer un espacio, sino que es un vehículo para pensar y generar conocimiento. Si es cierto que necesitamos información en nuestra memoria, también es necesario cambiar el proceso por el que nos llega.
PISO proyecto
El 29 de febrero del 2012 asistí a una presentación de Noemí Segarra sobre PISO "...un proyecto que desea establecer y desarrollar un laboratorio que permita la práctica experimental continua y rigurosa del cuerpo que toma decisiones, se observa, se piensa y se mueve en el presente". En el transcurso de la presentación reconocí que Noemí y yo compartimos intereses similares: ambos somos peatones, utilizamos el cuerpo para reactivar espacios públicos o abandonados, generamos experiencias efímeras y creamos documentación multimedia. Nos reunimos tres días después y desde entonces hemos estado colaborando.
Confiamos en el cuerpo y su conocimiento. Entendemos que el arte es un proceso complejo y requiere tiempo. Hemos sido insistentes en nuestras prácticas individuales y colectivas; nos retroalimentamos y compartimos herramientas. Creemos que otras prácticas y modelos de producción son posibles. Queremos generar una comunidad de aprendizaje donde todo el mundo aprenda de todo el mundo.
Post academia
Producir fuera de la academia me obligó a pensar los nuevos proyectos como experiencias multidisciplinarias y participativas.
En el 2012 fui becado en La Práctica, un programa post académico en Beta Local. Desarrollé Los Amigos, un proyecto para reactivar el espacio de lo que fue la Cafetería Los Amigos en el Viejo San Juan. Lo dividí en tres fases: 1. Recopilación de memorias, basado en las experiencias de sus visitantes. 2. Conservación y restauración de la fachada. Convoqué a René Sandín [conservador de arte] y a Natalia Martínez Santiago [pintora de escenografías en la industria del cine] para hablar sobre ambos términos. De esta conversación crearía un plan de acción. 3. Festival Los Amigos, un evento público, propuesto como degustación de sándwiches, para activar el espacio y compartir las memorias recopiladas. La tercera fase no se pudo completar por procesos burocráticos.
Participé en Fuera de sala: exhibición de performance, curada por Sabrina Ramos Rubén en el Museo de Historia, Antropología y Arte (MHAA) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Presenté la pieza Pequeñas curas y la propuse como un modelo de exhibición abierta, de proceso y participación; una acción “hágalo usted mismo”. La acción se generaba a base de instrucciones para el público e indicaciones para los coordinadores del evento. Fue un pretexto para repensar el papel social del MHAA y para visibilizar y problematizar su condición estructural.
Instrucciones:
1. La acción debe ser llevada a cabo por la comunidad general o el personal del museo. Ni los artistas participantes de la muestra ni yo estaremos involucrados en la realización.
2. Camine en el entorno del Museo.
3. Observe e identifique grietas. Cada grieta debe ser “curada” con la colocación de una tira adhesiva sanitaria o “curita”.
4. Las curas son efímeras. Deben ser eliminadas únicamente por el tiempo.
También me interesa trabajar el cuerpo como testigo del tiempo y objeto representativo de la vulnerabilidad. Lo íntimo puede ser privado y personal pero en mi proceso creativo lo he convertido en un ritual solitario compartido.
Desde el 2014, en el proyecto #TuesdayMorning, me tomo una foto al despertar todos los martes en mañana y las subo a Instagram (@ferodro). Me interesa llevar un registro de los espacios que habito y de los detalles que quizá no percibo en la cotidianidad: los que son evidentes con el paso del tiempo.
En el 2016, como parte del Laboratorio Cuerpo y Ciudad en la Casa de Cultura Dr. Bailey K. Ashford, desarrollé una serie de acciones llamada Sprue. La primera acción consistió en transcribir a maquinilla, durante una hora, un texto publicado en 1920 por el Dr. Ashford: Dieta apropiada en el tratamiento del sprue.
El texto incluye una sección titulada Régimen dietético del sprue y detalla los alimentos que pueden ingerirse para tratar la condición. Lo usé como guía para realizar el resto de las acciones: preparé un desayuno, un almuerzo y una cena en actividades propuestas por el resto de los participantes del Laboratorio.
Toda mi producción artística irrumpe desde ‘un lugar’. Las primeras exploraciones fueron de carácter personal y poco a poco han ido girando hacia la participación y colaboración social. En ellas la inclusión política ‘del/la otrx’ es crucial; son convidadxs a ser testigos y (co)participes. Trato de incitar e insistir en la presencia y el (con)tacto para experimentar la (co)habitación plural. ¿Cómo se habita una realidad compartida? ¿Cómo un encuentro puede modificar dos realidades de forma bilateral?
¿Por qué seguir trabajando como artista en tiempos tan inciertos?
Prefiero no hablar de precariedad para no hablar desde el fracaso. Nosotrxs lxs artistas somos el modelo perfecto para el sistema. Trabajamos a tiempo completo, aunque mucha de nuestra labor sea invisible y no remunerada, o la mayoría del tiempo la hagamos de forma voluntaria. Vivir -y ser artista- requiere cierta incertidumbre. Tenemos que aprender a decirle ‘no’ al Sistema, preguntar y pedir lo que corresponde.
Hago arte porque a través de él me conozco. Hago arte porque es mi profesión. Hago arte porque me apasiona. Hago arte porque me presenta posibilidades y salgo de mi zona de confort. Hago arte como proceso curativo; no buscando desaparecer los problemas pero sí, a través del proceso creativo, aprender a hacerle frente. Hago arte porque en él, como aprendí de Elizam Escobar, se practica la libertad.
Lista de imágenes (por orden de aparición):
1. Rodríguez-Rosa, F. (2008). espacio (a)dentro-(a)fuera. Fotografía análoga en blanco y negro.
2. Gumbe, P. J. (2013). Flores para el Muerto. Documentación de performance duracional.
3. Rodríguez-Rosa, F. (2010). Espacios muertos. Documentación de intervención y dibujo.
4. Segarra, N. (20012). PISO proyecto. Documentación de intervención en espacio público.
5. Rodríguez-Rosa, F. (2013). Los Amigos. Documentación de intervención en el espacio público.
6. Rodríguez-Rosa, F. (2017). #TuesdayMorning. Fotografía digital.
7. Rodríguez-Rosa, F. (2016). Sprue. Documentación de acción duracional.
ferodro@gmail.com
http://cargocollective.com/felixrodriguezrosa
(marzo 2017)